No es por naturaleza, pero tenemos la posibilidad de aprenderlo y sacarle provecho.
Según dos investigadores de la universidad de Stanford (Barragán y Dweck) (1) que hicieron un estudio con niños en diciembre del 2014, concluyeron que el compartir no es innato en el ser humano. Pero si es algo que por comportamiento social se aprende. Y las personas que aprenden a compartir, sobre todo su conocimiento, son más exitosas que las que no lo hacen.
Compartir el conocimiento genera reconocimiento. Al estar más expuestos nuestros nombres a un mayor número de personas, ellas sabrán más de nosotros. Por ejemplo una persona que publica hoy en día en sitios como Medium.com o LinkedIn.com, tiene más posibilidades de ser reconocida por otros profesionales que consumen contenidos en su misma área de “expertise”.
Esto nos lleva a reflexionar si las personas que comparten conocimiento son más valoradas. Tomemos el ejemplo de la persona que escribe sobre un tema en LinkedIn. Un tema muy común es la gerencia de proyectos. Al escribir sobre ese tema, partiendo de que sus artículos tienen valor, las otras personas lo asociarán a un nivel superior de especialización. Susan Adams, escritora de la revista Forbes, (2) expuso el caso de un director de tecnología de una empresa que al renunciar a su empleo, empezó a escribir un blog que luego publicó a través de LinkedIn y eso le consiguió un nuevo trabajo y atrajo la atención de otras diez compañías que querían contratarlo.
Seguramente, al compartir conocimiento somos “referentes”. Muchas personas tienen conocimientos muy valiosos, pero por no compartirlos o si quiera demostrarlos, quedan en un segundo plano. Tim Ferriss, el autor de la semana laboral de 4 horas, un best seller sobre emprendimiento en Internet (3), nos dice que para ser tenido en cuenta como un experto en una materia, solo es necesario seguir unos cuantos pasos, entre ellos compartir conocimiento y publicar sobre los temas que nos interesan y que queremos que otras personas se enteren que sabemos de ellos.
Para concluir, ya sea por obtener reconocimiento, o ser mejor valorados, o simplemente querer ser expertos en una materia, compartir conocimiento nos hace más exitosos o nos acerca más al éxito (cómo quiera que lo definamos — un estado o un objetivo). Compartamos el conocimiento y hagamos que otros sean también exitosos y así vivamos en un mundo mejor. Saquémosle provecho!